La evolución de los autos

La contaminación, el precio de la energía y la dificultad de la movilidad en las grandes ciudades están llevando en la actualidad a una vertiginosa evolución de los vehículos de uso privado.
Este medio de transporte nació en Gran Bretaña y Estados Unidos a finales del siglo XVIII con el objetivo de reemplazar a los carruajes de caballos y ha ido evolucionando, con diferentes mejoras, a lo largo del tiempo hasta llegar a la implantación del coche eléctrico en la que nos encontramos.

 LOS INICIOS DEL AUTOMÓVIL:
En una primera etapa, se utilizaron los vehículos de vapor, en principio empleados para mover artillería pesada y con los que, como curiosidad, se produjo el primer accidente automovilístico de la historia. El modelo inmediatamente posterior, de 1771, está expuesto en el Museo Nacional de la Técnica de París. Posteriormente se introducen el freno de mano, las velocidades y el volante, pero el calentamiento de la caldera obliga a buscar un sustituto líquido que será en primer lugar el aceite para, más tarde, ser propulsado por gas de carbón y, por último, por gasolina.
Pero el inicio del automóvil llega en Mannheim en 1885 con el primer modelo de Karl Benz, el Benz Patent-Motorwagen, un vehículo que empezó a producirse en 1888. Poco después, Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach, se suman con sus propios diseños en 1889.

EL COCHE ELÉCTRICO DE 1800:
El coche eléctrico no es una novedad del siglo XXI. Su origen tiene lugar en la década de los años 30 del siglo XIX, siendo anterior incluso a los primeros vehículos de combustión.
En este sentido, los primeros prototipos de los vehículos eléctricos están basados investigaciones que llevaba a cabo Michael Faraday sobre el electromagnetismo, aunque se desconoce quién fue el inventor exacto del primer coche eléctrico. Ya en aquella época detectaron que una de las principales ventajas de este tipo de automóviles era que son menos pesados y muy silenciosos, pero también fueron conscientes de que el principal problema era su corta autonomía, un obstáculo en el que aún seguimos trabajando en la actualidad.
A finales del siglo XIX entraron en escena, con una gran aceptación, los coches de combustión que, aunque eran sucios, ruidosos, complicados de arrancar y se averiaban con frecuencia, su autonomía era mayor.                       TIPOS DE MOTORES:

Motor de gasolina:
Este sistema obtiene energía mecánica directamente de la energía química de un combustible. La explosión de este combustible mediante una chispa produce la expansión del gas, lo que provoca finalmente el movimiento del pistón. Por este motivo se conoce también como motor de explosión.
Existen motores de gasolina de dos tiempos (1 vuelta de cigüeñal), que se utilizan en la actualidad en motos de campo o ciclomotores de 50 cm3, y de cuatro tiempos (2 vueltas de cigüeñal), que son los que se utilizan en los coches actuales. El ciclo termodinámico utilizado es el conocido como Ciclo Otto.
La cadena de reacciones provocadas por la chispa inicial hace que se encienda una mezcla de vapor de combustible y aire comprimido dentro de un cilindro. Esta mezcla se quema rápidamente, expandiéndose y proporcionando energía. 

 Motor diesel:
En 1893 el ingeniero alemán Rudolf Diesel inventó el motor diésel, que funcionaba con un combustible poco volátil, el llamado aceite liviano o fueloil, usado comúnmente para alumbrar las lámparas de la calle. Funciona en cuatro tiempos, igual que el de gasolina, pero la diferencia principal radicaba en la forma de producir la combustión.
El motor diésel no tiene chispa, ya que la combustión se produce al contactar el combustible pulverizado con el aire comprimido. Esto lo convierte en un motor mucho más eficiente que la manera de producir esa explosión en un motor de gasolina. Sus inconvenientes principales son unas averías más costosas de reparar y una mayor contaminación.
                 Combustibles alternativos: 
El GAS:Es el combustible fósil con menos repercusión nociva en el medioambiente.

Gas licuado del petróleo (GLP): También llamado autogás, es una mezcla de gas butano y propano que se consigue en los yacimientos de gas natural y petróleo. Su poder calorífico es superior respecto a la gasolina y su precio es un 40% más bajo.

Gas natural comprimido (GNC): Se trata de gas natural almacenado a altas presiones. El poder calorífico del GNC es menor al del GLP, aunque su obtención más económica lo hace más atractivo. Es incompatible con la gasolina.

Gas natural licuado (GNL): Es gas natural en estado líquido, criogenizado a -161oC. Al ser líquido, ocupa menos espacio, por lo que es usado en transporte pesado y para largas distancias.
                   Motores alternativos:

Vehículos eléctricos: Se trata de un vehículo impulsado por uno o más motores eléctricos que emplea la energía eléctrica almacenada en baterías recargables (normalmente de iones de litio) y la transforma en cinética. A diferencia de los vehículos de combustión interna, un coche eléctrico obtiene la tracción de los motores eléctricos.

Vehículos híbridos: Los coches híbridos combinan normalmente un motor de gasolina y un motor eléctrico y los hay de dos tipos: el híbrido puro, cuyo motor eléctrico funciona con unas condiciones determinadas de circulación, y el híbrido enchufable, que tiene baterías recargables y pueden circular en modo eléctrico unas distancias específicas, independientemente de la velocidad.
En estos vehículos se prioriza el uso del motor eléctrico de modo que optimiza el gasto en combustible y reduce las emisiones.
Además disponen de un generador que recupera energía con la frenada, con la inercia del coche o en determinadas fases de la aceleración.

Vehículos de pila hidrógeno: el combustible alternativo que utilizan es el hidrógeno diatómico. La única diferencia con un coche eléctrico es que en estos se usan baterías de litio, mientras que en los de hidrógeno la energía se obtiene de la llamada pila de hidrógeno, que es aún más cara por lo compleja que es su obtención.

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